El síndrome del Cascanueces existe, por Ricardo Soto-Rosas

El síndrome del Cascanueces existe, por Ricardo Soto-Rosa

Caraota Digital
Por Caraota Digital 4 Min de Lectura
4 Min de Lectura

Desde unas semanas, Demetrio había comenzado la práctica de ejercicios, con la intención de mejorar su aspecto e impresionar con los músculos a las chicas vecinas del Saladillo.

Iniciaba la rutina trotando por el paseo del lago, le resultaba inspiradora la inmensidad del agua, mientras las hojas se mecían al ritmo de la cálida brisa.  Junto a sus compañeros decidieron como mejor hora, la del amanecer y así evadir el calor agobiante del «sol amado”.

Después de unos minutos de ejercicios, sintió un dolor en la parte de atrás de la espalda, reflejándose hacia el lado izquierdo de la barriga para luego extinguirse con el reposo. 

Demetrio se alarmó al ver su orina turbia y la misma era más oscura mientras más prolongado y fuerte había sido el ejercicio. Preguntó a sus otros compañeros si les pasaba igual y le dijeron: “será que vos no te estáis hidratando bien, Demetrio”.

Pero a pesar de una buena hidratación, la orina seguía siendo la misma. Decidió transmitir su inquietud a la madre, quien pidió practicar perfil 20 donde lo único que salía alterado era la orina con gran cantidad de glóbulos rojos, es decir estaba sangrando por la orina. 

La mamá le prohibió seguir con estos ejercicios hasta consultar con el médico, quien al verlo y escuchar la historia pensó en la presencia de cálculos, solicitando nuevos exámenes y un estudio de tomografía con énfasis en las vías urinarias. 

El Dr. analizando los resultados les dijo, no hay cálculos, “se trata de un caso raro, se le da el nombre del síndrome del cascanueces”, Demetrio le dijo “doctor, eso me suena a Ballet”, de inmediato sintió la mirada de la madre quien le dijo “por favor Demetrio, compórtate”

El síndrome de cascanueces (nutcracker’s syndrome) se produce por compresión de la vena renal izquierda a su paso por la horquilla vascular, formada por la aorta y la arteria mesentérica superior, causando una compresión que genera estrechez  de la misma. 

La vena renal trae la circulación de retorno desde el riñón hacia el corazón, su pinzamiento produce congestión e hipertensión, la cual se transmite hacia los glomérulos renales, encargados de la filtración de la sangre.

El aumento de presión en los glomérulos, empuja la salida de glóbulos rojos hacia el sistema colector, determinando la presencia de sangre en la orina, bien sea microscópica o macroscópica, acompañada o no de coágulos y dolor lumbar, abdominal o testicular, haciéndose más evidente con el ejercicio.

El tratamiento del síndrome de cascanueces depende de la severidad del caso, puede ir de la simple observación hasta la cirugía vascular sobre los vasos implicados incluyendo el autotransplante renal, trasposición de arteria mesentérica superior y también el uso de técnicas mínimamente invasivas como la colocación de prótesis endovasculares, las cuales se expanden y abren el vaso, llamadas stent, las mismas se instalan en la vena renal bajo guía radiológica.

Fue referido al Cirujano Cardiovascular quien junto al radiólogo colocaron un stent en la vena renal izquierda logrando contrarrestar la estrechez generada por el pinzamiento vascular. 

A las pocas semanas Demetrio continuó sus rutinas de ejercicio sin ninguna molestia, trotando por el paseo del lago, miro al cielo y le dio las gracias a La virgen de La Chinita.

Para conocer más de este y otros temas de interés, visita mis redes sociales @Drsotorosa

Compartir este artículo