México habría iniciado conversaciones con varios países de Latinoamérica para que reciban a los migrantes que serán deportados por el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump.
De acuerdo a medios y agencias internacionales, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reveló que el canciller Juan Ramón de la Fuente está liderando estas negociaciones, con el objetivo de que los deportados sean enviados directamente a sus países de origen en lugar de ser recibidos en México.
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«Sí, el canciller Juan Ramón de la Fuente está hablando con algunos otros países cuyos habitantes cruzan el territorio nacional para llegar a la frontera norte», respondió la mandataria en su conferencia matutina.
Sheinbaum destacó la importancia de estas conversaciones, especialmente en el contexto de las deportaciones masivas prometidas por Trump.
La presidenta subrayó que México está dispuesto a recibir a los mexicanos deportados. Sin embargo, insistió en que los migrantes de otras nacionalidades deben ser repatriados a sus respectivos países.
Esta medida busca aliviar la presión sobre México, que ya enfrenta un número récord de migrantes irregulares en su territorio.
Las deportaciones masivas representan un desafío significativo para México. Esto porque los mexicanos constituyen cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos.
Además, las remesas enviadas por estos migrantes representan casi el 4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de México. Se trata de un estimado récord de 65 mil millones de dólares solo en 2024.
La presidenta Sheinbaum prometió solidaridad con los migrantes de Latinoamérica. Pero, sobre todo, dejó claro que su prioridad es atender a los mexicanos deportados.
En octubre del año pasado, México organizó una cumbre con los presidentes y representantes de 10 países de Latinoamérica y el Caribe para definir acciones en materia migratoria.
Estas reuniones han sido fundamentales para establecer un marco de cooperación regional y abordar los desafíos migratorios de manera conjunta.
Sheinbaum reiteró la insistencia a Estados Unidos de que la repatriación se haga a los distintos países de origen, en lugar de expulsarlos a México.