Nicolás Maduro invitó este martes a la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a que vuelva al país, luego de que los expulsara en febrero.
«He recibido la propuesta de invitar nuevamente a la apertura de la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, a estar en Venezuela. Estoy de acuerdo, que superemos las diferencias, el conflicto que tuvimos. Estoy preparado para recibir al enviado de Volker Türk, pronto«, comentó Maduro.
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Estas declaraciones las hizo bajo la atenta mirada del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, que lo visitó en Miraflores.
«Las puertas del palacio de Miraflores están abiertas para que venga Volker Türk, para que mande a su enviado, cuando quiera, donde quiera y hablemos las diferencias que tenemos y el conflicto que surgió y lo superemos», añadió Maduro.
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La oficina de DD. HH. de la ONU estuvo instalada en el país desde septiembre de 2019. Sin embargo, el pasado mes de febrero Maduro ordenó que salieran de Venezuela en 72 horas.
🔴 Maduro informó que está de acuerdo con el regreso a Venezuela de la oficina del Alto Comisionado de DDHH de la ONU.
🗣️ Estoy de acuerdo en que superemos las diferencias y el conflicto. Estoy preparado para recibir a la oficina pronto.
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— 𝙋𝙤𝙡𝙞𝙖𝙣𝙖𝙡𝙞𝙩𝙞𝙘𝙖 (@polianalitica) April 23, 2024
Maduro expulsó a la oficina de DD. HH. de la ONU de Venezuela luego de que estos expresaron su «profunda preocupación» por la detención de la activista Rocío San Miguel.
“El Gobierno de Venezuela debe proporcionar información sobre el paradero no solo de San Miguel y su hija, Miranda, sino de todos los detenidos cuyos lugares de detención aún se desconocen”, dijo la oficina en su momento, antes de que el chavismo los expulsara.
No es la primera vez que Maduro habla sobre el regreso de la oficina a Venezuela. No obstante antes de la visita de la Corte Penal Internacional les había exigido una disculpa pública a través de un comunicado.
En dicho texto llegó a decir que la expulsión se mantendría hasta que la oficina de la ONU rectificase “públicamente ante la comunidad internacional su actitud colonialista, abusiva y violadora de la carta de las Naciones Unidas”.
