EEUU decidió retirar una antigua recompensa de 10 millones de dólares que ofrecía por información sobre el paradero de Ahmed al Sharaa, el nuevo líder de facto de Siria.
Esta decisión fue comunicada por Barbara Leaf, subsecretaria de Estado para Asuntos del Cercano Oriente (NEA, por sus siglas en inglés), durante una reunión en Damasco.
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Al Sharaa, anteriormente conocido como Abu Mohamed al Jolani, lidera la coalición insurgente islamista. Se trata de la misma que derrocó al expresidente Bashar al Asad el pasado 8 de diciembre.
La medida de retirar la recompensa se enmarca en un esfuerzo por establecer una relación de trabajo con el nuevo gobierno interino de Siria y abordar asuntos críticos como la lucha contra el terrorismo.
Leaf destacó que esta decisión política está alineada con la necesidad de evitar un resurgimiento del ISIS y otros grupos extremistas en la región.
Durante la reunión, al Sharaa se comprometió a colaborar en estos esfuerzos. Esto fue visto como un paso positivo por parte de los funcionarios estadounidenses.
La comunidad internacional también ha mostrado su apoyo a esta transición. Manifestaron respaldar un conjunto de principios destinados a guiar la formación de un nuevo gobierno sirio inclusivo y respetuoso de los derechos humanos.
Leaf describió la reunión con al Sharaa como «muy productiva y detallada». Subrayó la importancia de juzgar por los hechos y no solo por las palabras.
En concreto, esta colaboración inicial es vista como un primer paso hacia una mayor estabilidad en la región.
