Una niña de 13 años, de Ohio (EEUU), fue asesinada, violada y con las manos cortadas dentro de una casa abandonada.
De acuerdo con lo reseñado por New York Post, el cuerpo mutilado de Keimani Latigue fue encontrado en una casa incendiada en Toledo el lunes.
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El hallazgo se registró seis días después de que su familia denunciara su desaparición, que un policía describió como «uno de los casos más horribles que he escuchado».
El medio precisó que la policía disparó y arrestó a su padre, a quien calificaron de “animal”. Todo, porque este había aparecido en televisión para crear conciencia sobre la desaparición de la niña.
“Este es un auténtico animal que llegó a nuestra ciudad”, dijo el teniente de policía de Columbus, Brian Steel.
Steel dijo que Keimani, quien estaba a pocos días de cumplir 14 años, fue encontrada con las manos amputadas. También con la cabeza casi cortada en el segundo piso de la casa vacía. Las autoridades igualmente determinaron que la adolescente había sido violada.
Se detalló que una autopsia realizada el martes confirmó que murió por múltiples «heridas incisas en el cuello», según la oficina del forense.
EL DESCARO DEL PADRE
Mientras la familia de Keimani suplicaba la ayuda del público para encontrarla, su padre, Darnell Jones, informó a los medios locales que la última vez que vio a su hija fue la noche del 16 de marzo, después de que ella lo llamara expresando su temor de estar sola en casa.
«Parecía que alguien estaba intentando entrar en la casa», afirmó el hombre de 33 años, quien aseguró que eso dijo su hija. Afirmó que condujo hasta la casa alrededor de las 12:30 a. m.
A Jones lo localizaron en Columbus, aproximadamente dos horas al sur de Toledo, donde le dispararon en una operación del equipo SWAT. La policía afirmó que tenía un arma.
No está claro si Jones disparó a los oficiales, pero ninguno resultó herido.
