Las autoridades cubanas aclararon que la reciente excarcelación de 553 presos no constituye una amnistía ni un indulto, sino una medida de «excarcelación anticipada».
Según Maricela Sosa, vicepresidenta del Tribunal Supremo Popular, esta medida permite a los liberados mantenerse fuera de prisión siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos, como una buena conducta.
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En este sentido, si no cumplen con estas obligaciones, podrían ser enviados nuevamente a prisión.
La decisión de excarcelar a estos presos se tomó tras la eliminación de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo por parte de Estados Unidos.
Entre los primeros liberados se encuentran Dariel Cruz García, Lisdiany Rodríguez Isaac y Donaida Pérez Paseiro, considerados presos políticos por varias ONG de derechos humanos.
Lo que se dijo, es que la excarcelación se aplicará a delitos como hurto, robo con fuerza, amenazas, lesiones y desórdenes. Sin embargo, también incluye a algunas personas sancionadas por sedición tras las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.
Sosa subrayó que la excarcelación no extingue la sanción penal, a diferencia de una amnistía o un indulto. Esto significa que los beneficiarios seguirán bajo supervisión y podrán ser enviados de vuelta a prisión si no cumplen con los requisitos establecidos.
Se explicó que la medida se aplica de manera progresiva y se basa en criterios humanitarios y de reinserción social.
Como era de esperarse, la excarcelación ha generado controversia, ya que aunque es un paso positivo, no elimina completamente las sanciones penales de los condenados.
Además, las autoridades cubanas no reconocen la existencia de presos políticos en la isla, lo que ha sido cuestionado por varias ONG y plataformas de derechos humanos. En tanto, la situación sigue siendo un tema de debate dentro como fuera de Cuba.
