Funcionarios del Departamento de Justicia presuntamente están evaluando «cómo cerrar los dos casos penales federales» contra el presidente electo de EEUU, Donald Trump, antes de que asuma como presidente el próximo 20 de enero de 2025.
Todo, para cumplir con la política de larga data del departamento de que un presidente en funciones no puede ser procesado, así lo aseveraron dos fuentes a NBC News.
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Estos supuestos esfuerzos difieren de la postura legal del fiscal especial Jack Smith antes de las elecciones.
En las últimas semanas, Smith ha tomado acciones importantes en el caso de interferencia electoral contra Trump, sin considerar el calendario comicial.
Sin embargo, las fuentes indicaron que los funcionarios del Departamento de Justicia “asumieron” que no es factible llevar a cabo un juicio contra Trump en el futuro cercano. Ni en relación con el caso del 6 de enero ni con el de los documentos clasificados
Ambos casos están atrapados en cuestiones legales que probablemente llevarían a una apelación ante la Corte Suprema, incluso si Trump hubiera perdido las elecciones.
Con el regreso de Trump a la presidencia, los funcionarios del Departamento de Justicia consideran que no hay espacio para presentar cargos penales en su contra. Además, creen que no tiene sentido continuar con los litigios en las semanas previas a su toma de posesión, según indicaron las fuentes.
Además, se afirmó —según versiones— que el fiscal especial Jack Smith dejará su cargo antes de que Donald Trump asuma como presidente. Sería una forma también de anticiparse a las represalias prometidas por el republicano, de retirarlo o depedirlo, durante la campaña.
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El fiscal especial Jack Smith dejará su cargo antes de que Donald Trump asuma la presidencia, y ambos casos penales federales en su contra serán retirados. pic.twitter.com/faYFlNPjNV
— UHN PLUS (@UHN_Plus) November 6, 2024