El complot iraní para asesinar al presidente electo de EEUU, Donald Trump, frustrado por el FBI, dejó al menos tres imputados. Así lo informó este viernes, 8 de noviembre, el Departamento de Justicia.
De acuerdo con la información proporcionada por la mencionada instancia, se acusó a un hombre iraní y a otras dos personas de conspirar para cometer asesinatos a sueldo contra el magnate.
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El gobierno de Irán ordenó a estos actores “atacar a nuestros ciudadanos, incluido el presidente electo Trump, en suelo estadounidense y en el extranjero”, dijo Damian Williams, fiscal estadounidense para el Distrito Sur de Nueva York, en un comunicado de prensa.
El departamento detalló que el complot era parte de los esfuerzos de Irán para vengar la muerte del líder militar iraní Qasem Soleimani durante la administración Trump.
Los tres acusados son Farhad Shakeri, de Irán; Carlisle Rivera, de Brooklyn, Nueva York; y Jonathan Loadholt, de Staten Island, Nueva York.
Según la denuncia penal, un funcionario del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una agencia militar y de contrainteligencia designada como organización terrorista por la primera administración de Trump, le dijo a Shakeri a mediados o fines de septiembre que se concentrara en vigilar y asesinar a Trump.
Shakeri le dijo al funcionario iraní que eso “costaría una ‘enorme’ cantidad de dinero”, según la denuncia. Y, agregó, que entendía que Irán estaba “dispuesto a seguir gastando mucho dinero en su intento” de matar a Trump.
Por su parte, el director de comunicaciones de Trump, Steven Cheung, dijo el viernes que el presidente electo está al tanto del intento de asesinato. “Nada impedirá que el presidente Trump regrese a la Casa Blanca y restablezca la paz en todo el mundo”, afirmó.