Un repartidor, de nombre Michael García, ganó una demanda contra la reconocida cadena de cafés Starbucks, luego de que en 2020 se «desfigurara» sus genitales con un té caliente que se derramó en sus partes íntimas debido a una tapa mal puesta en el envase.
La cadena deberá desembolsar tal cantidad en concepto de daños y perjuicios por las «quemaduras catastróficas» cuando recibía la bebida en la ventanilla de autoservicio en Los Ángeles.
Leer Más
LEA TAMBIÉN: LAS ENFERMEDADES A LAS QUE ESTÁN MÁS PROPENSAS LAS PERSONAS CON LARGOS PERÍODOS DE INACTIVIDAD SEXUAL
La decisión la tomó un juez del condado de Los Ángeles el viernes pasado. Sin embargo, un portavoz de Starbucks dijo que la empresa considera «excesivo» el monto, por lo que decidirán apelarlo.
El incidente con el té caliente ocurrió en 2020. En ese entonces, García estaba recogiendo su pedido, que eran tres bebidas calientes, por la ventanilla de autoservicio. Sin embargo, uno de los vasos tenía la tapa mal puesta, por lo que el líquido se desparramó un par de segundos luego de que llevara los envases al carro.
El resultado fue trágico para el repartidor. El hombre sufrió «quemaduras graves, desfiguración y debilitante daño nervioso en sus genitales».
SU PENE, DESFIGURADO
Tras ello, el pene de García quedó «descolorido, encogido y desfigurado» de por vida. De acuerdo con Courthouse News Service, el hombre ahora es incapaz de tener una erección sostenida y completa. Asimismo, todo roce le genera «dolor».
Por su parte, Nick Rowley, del bufete de abogados que lleva el caso, señaló que la evidencia clave en el proceso judicial fue el video de la cámara de vigilancia. Esta documentó el momento exacto del incidente, desde el interior del Starbucks.
Según la descripción de los hechos, la empleada atendía el pedido de García, pero solo aseguró dos tapas y no la del tercer frasco. Poco después, ocurrió el derrame. «El video mostró que Michael no hizo nada mal», acotó Rowley, recalcando que las quemaduras de su cliente se debieron específicamente a la tapa mal puesta.
