Avistamiento terrorífico: Grabaron por primera vez al pez diablo negro cerca de la superficie en Tenerife

Angel David Quintero
Por Angel David Quintero 4 Min de Lectura
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diablo negro

Una especie acostumbrada a las profundidades abisales, el Melanocetus johnsonii, conocido como el diablo negro, fue avistada por primera vez a pocos metros de la superficie en Tenerife, España.

Este suceso, sin precedentes, representa un hito para la ciencia y abre nuevas posibilidades para el estudio de los misterios del océano, según informó National Geographic.

El avistamiento tuvo lugar a dos kilómetros de la orilla del municipio de Guía de Isora, gracias a la ONG Condrik Tenerife, que se dedica a la investigación y conservación de tiburones y rayas en Canarias. Fue esta organización la encargada de divulgar el video del encuentro, que ha generado revuelo en la comunidad científica.

Según los expertos, esta podría ser la primera vez que se observa al diablo negro tan cerca de la superficie.

El diablo negro, o rape abisal, es un depredador marino que normalmente habita entre los 200 y 2.000 metros de profundidad, en la completa oscuridad del fondo del océano. Su aspecto es tan singular como inquietante: un cuerpo oscuro, una dentadura con afilados colmillos, y un apéndice frontal bioluminiscente que utiliza para atraer a sus presas. Esta bioluminiscencia es posible gracias a bacterias simbióticas que habitan en su cuerpo, y aunque su aspecto pueda parecer amenazante, es totalmente inofensivo para los humanos.

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El hecho de que esta especie, que prácticamente no conoce la luz solar, haya aparecido en pleno día hace que el suceso sea aún más interesante para los investigadores. Los especialistas barajan varias hipótesis para explicar su presencia a tan poca profundidad: podría estar huyendo de un depredador, lo arrastró alguna corriente marina, o sufre algún tipo de enfermedad. También se especula que cambios en el entorno marino podrían estar influyendo en comportamientos inusuales de especies de aguas profundas.

Más allá de su apariencia y su bioluminiscencia, el diablo negro pertenece a un orden de peces que destaca por su peculiar estrategia de apareamiento. En algunas especies de esta familia, los machos, mucho más pequeños que las hembras, se fusionan literalmente con su pareja. Incapaces de sobrevivir por sí solos en la inmensidad del océano, se adhieren al cuerpo de la hembra, atrofiando sus órganos hasta convertirse en una fuente permanente de esperma. Esta adaptación extrema permite a la hembra reproducirse cuando lo necesite, con su «pareja» integrada en su propio cuerpo.

Para la ONG este tipo de descubrimientos no solo refuerzan la importancia de las Islas Canarias como un punto clave para el estudio de la biodiversidad marina, sino que también ofrecen nuevas oportunidades para comprender cómo estas especies se adaptan a condiciones extremas o fuera de su hábitat natural.

Condrik Tenerife, con la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, continuará explorando en la zona.

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