«Usted no es mi rey»: Así le gritó una senadora a Carlos III en Australia y le exigió que regresen las tierras a los indígenas

Angel David Quintero
Por Angel David Quintero 4 Min de Lectura
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Este lunes, la senadora aborigen Lidia Thorpe irrumpió en el Parlamento de Australia al término del discurso del rey Carlos III para protestar por los derechos de los indígenas del país, quienes fueron desposeídos de sus tierras con la llegada de los británicos en 1770.

«Devuélvenos nuestra tierra, lo que robaste a nuestro pueblo», gritó la senadora independiente al finalizar el discurso en el Parlamento de Camberra de Carlos III, jefe de Estado de Australia, que se rige por un sistema monárquico con democracia parlamentaria.

Thorpe también exclamó: «No eres nuestro rey», y condenó el «genocidio» cometido contra los pueblos originarios de Australia.

EL RECHAZO AL REY CARLOS III

La senadora, vestida con una piel tradicional de canguro, también se había puesto de espaldas durante la entonación del himno ‘Dios salve al rey’, en señal de protesta por la visita de Carlos III y la reina Camila, quienes realizan una gira por Australia y Samoa entre el 18 y el 26 de octubre.

La intervención de Thorpe se produjo poco después de que Carlos III diera un discurso ante centenares de asistentes, entre ellos el primer ministro australiano, Anthony Albanese, en el que destacó el «largo y a veces difícil camino de la reconciliación» con los indígenas.

DERECHOS DE LA POBLACIÓN INDÍGENA

Australia es el único país de la Commonwealth que no tiene ningún tratado con su población indígena, ni los reconoce en la Constitución vigente desde 1901, cuando la excolonia británica se convirtió en un estado federado.

Los aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres, que son de origen melanesio y habitan un territorio insular en el noreste de Australia, representan el 3,8 % de los más de 27 millones de habitantes del país.

Estos pueblos poblaron lo que hoy se conoce como Australia hace 65.000 años, hasta que la Corona Británica declaró a finales del siglo XVIII que este territorio estaba deshabitado y se amparó en el concepto de ‘Terra Nullius’ (Tierra de Nadie) para reclamar su posesión. Desde entonces, los pueblos originarios perdieron sus derechos sobre esas tierras.

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Además, aún hay heridas abiertas, como la ‘Generación Robada’, que abarca a unos 100.000 menores aborígenes separados de sus familias entre 1910 y 1970 y entregados para su educación a familias o instituciones de blancos.

También el fracaso de un referendo celebrado el año pasado para crear un organismo que diera una voz a los indígenas en el Parlamento, entre otros problemas de desigualdad social y económica, sigue siendo un tema de debate.

Por otra parte, seis estados australianos han reclamado la República. En particular, seis ministros principales han declinado recibir al rey a su llegada; los de Nueva Gales del Sur, Victoria, Queensland, Australia Occidental, Australia del Sur y Tasmania no han tenido representación institucional.

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