Organismos de seguridad en Ciudad de México revelaron que el Tren de Aragua explota sexualmente a 90 venezolanas en la capital del país.
De acuerdo con los investigadores, este negocio ilícito inició en la Avenida Sullivan, de la colonia San Rafael, y se expandió a otras zonas, como La Merced y Tlalpan.
Asimismo, el grupo ofrece estos servicios sexuales en hoteles de Guerrero, Cuauhtémoc, Juárez y Buenavista, reseñó el diario Milenio.
Luis Izquiel, profesor de criminología de la UCV, destacó que el Tren de Aragua sigue las rutas de los migrantes venezolanos en el mundo.
“No es de extrañar que una vez llegado a México se dediquen a la trata de personas, a extorsionar o a manejar a las prostitutas, algunas de origen venezolano, otras seguramente nacionales de México y otros países. En algunas oportunidades, en ese manejo delictivo de la prostitución, llegan a torturar, a lesionar o inclusive a asesinar a mujeres que se dedican a la prostitución y se niegan a pagarles sus cuotas de extorsión. Ya han hecho estas prácticas en Perú, Chile y ahora lo están haciendo en México”, comentó a La Verdad.
LEA TAMBIÉN: PERÚ ENDURECE POLÍTICAS HACIA MIGRANTES VENEZOLANOS, ESTO DIJO LA PRESIDENTE
Los investigadores tienen conocimiento de estas 90 mujeres gracias a diferentes cateos que han realizado donde han descubierto sus nombres o alias.
Aunque muchas de estas trabajadoras lo hacen de forma voluntaria, el Tren de Aragua las obliga a darles una suma de dinero mensual. No obstante, también hay casos de jóvenes que son explotadas sexualmente en contra de su voluntad para pagar «deudas».
“El número de mujeres puede ser mayor. Las víctimas son obligadas también a realizar los servicios a través de citas telefónicas en hoteles”, dijo una fuente que conoce del caso y que prefirió guardar el anonimato para evitar represalias.
RIVALIDADES CON OTROS GRUPOS
La presencia del Tren de Aragua ha ocasionado rivalidades con otros grupos criminales organizados en México. Como consecuencia, varias trabajadoras sexuales han resultado asesinadas.
Para evitar esto, muchos hoteles han impedido el ingreso de trabajadoras sexuales venezolanas. Viviana, originaria de Caracas, tiene 26 años y le pide a sus clientes algunas condiciones como que les manden foto de la llave y ubicación del hotel.
Además, a estas trabajadoras se les contacta por vía telefónica y el cliente no suele hablar directamente con ellas, sino con la persona que las esté manejando. De igual forma, reveló que ofrecen otros servicios como acompañantes de fiesta o cenas.
