Una mujer que asesinó a sus dos hijos, de 9 y 6 años, tras propinarle cuatro disparos en la cabeza en Kentucky, Estados Unidos (EEUU), aseguró a las autoridades que alguien la manipuló «a través del Wi-Fi y las redes sociales”, para que cometiera tan atroz crimen.
La fémina, identificada como Tifannie Lucas, de 32 años de edad, fue detenida y acusada por los asesinatos, luego de que un vecino encontrara a los menores, llamados Jayden y Maurice, gravemente heridos a causa de los balazos recibidos.
Tras el incidente, ambos chicos fueron trasladados de urgencia al Norton Children’s Hospital, pero murieron a causa de las heridas.
LA MUJER INSISTE EN SU INOCENCIA
Lucas fue presentada este martes ante un tribunal, en donde el detective del condado de Bullitt, Richard Beahl, compartió detalles del interrogatorio.
“Le pregunté a la señora Lucas si tenía intención de lastimar a sus hijos. Ella indicó que fue un accidente”, explicó a la emisora local WDRB.
Luego, le preguntaron de dónde había obtenido el arma y ella afirmó que alguien más se la había dado, aunque no especificó quién.
Además, según Beahl, Lucas expresó que “estaba en una situación muy mala” y aseguró que “nunca haría algo así a menos que alguien la manipulara”.
En este sentido, el detective reveló que la acusada “hizo declaraciones de que estaba siendo manipulada a través de Facebook, de Internet o de Wi-Fi, para hacer lo que hizo”.
En la audiencia, los investigadores del caso informaron que los nenes recibieron cuatro disparos en la cabeza en menos de 30 segundos.
Michelle Rice, la madrastra de Maurice, repudió la argumentación de la manipulación y dijo que “nadie puede obligarte a hacer algo tan horrible”.
Además, describió cómo fue la reacción de Lucas en el tribunal y aseguró que ella “no mostró ningún tipo de emoción”.
De acuerdo al medio The Sun, la imputada ya había atravesado tres procesos judiciales en los que afrontó cargos por posesión de drogas.
“Ella estaba drogada. Son drogas. Muchas otras personas realmente los amaban (a los niños) y podrían haber estado allí para ayudarlos. Pero ella no lo permitiría. Era demasiado egoísta. Y ahora, se han ido”, comentó Rice.
Lucas permanece detenida después de que el juez confirmara que “es un peligro” para los demás y de fijar una fianza de dos millones de dólares.