Una familia venezolana residente en Chiclayo, Perú, vivió momentos de terror y angustia cuando un grupo de policías irrumpió violentamente en su celebración del Día del Trabajador.
Edinson Blanco y Cristina Palma, propietarios del restaurante «Cristo Viene», decidieron agasajar a sus empleados en agradecimiento por su esfuerzo y dedicación. Sin embargo, la velada se vio interrumpida por la llegada de agentes policiales.
La pareja y sus tres hijas menores de edad fueron víctimas de agresiones físicas y emocionales por parte de los uniformados. Edinson intentó dialogar con los policías, pero sus palabras cayeron en oídos sordos.
Un video difundido en redes sociales muestra cómo los agentes golpearon a la hija de 15 años del matrimonio, y empujaron a Cristina, la madre.
LEA TAMBIÉN: EN CHILE LANZAN MEGAOPERATIVO CONTRA DELINCUENCIA: DETUVIERON 515 PERSONAS, SOLO 33 ERAN EXTRANJEROS
La situación se tornó aún más violenta cuando los policías ingresaron con fuerza al local, esposaron a Edinson y lo sacaron del lugar. Hasta ahora se desconocen las razones del hecho.
Los vecinos, testigos de la injusticia y conocedores del buen comportamiento de la familia, reaccionaron lanzando objetos a los agentes en señal de indignación por el abuso de autoridad.
LA FAMILIA SOLICITA AYUDA
Edinson Palma permanece detenido y golpeado, a la espera de su presentación ante la Fiscalía. Su familia solicita el apoyo de los Derechos Humanos Internacional para obtener justicia y asesoría legal en este difícil momento.
Mientras que, la adolescente agredida fue trasladada a un centro hospitalario, donde los médicos determinaron que requiere una cirugía debido a las lesiones sufridas en una de sus manos. Uno de los golpes propinados por un policía con un palo afectó un tendón, lo que ha generado preocupación y consternación en la comunidad.