El pasado sábado, 2 de noviembre, una familia que realizaba renovaciones en su nueva propiedad en la localidad de Erstroff, en Francia, descubrió un esqueleto humano en un espacio oculto de la vivienda.
Se tratan de los restos de Aloïs Iffly, quien desapareció en 2009 a la edad de 81 años.
El hallazgo ocurrió durante unas obras estructurales en una dependencia anexa a la casa, en una pequeña habitación bajo el tejado de difícil acceso, oculta tras una trampilla casi imperceptible.
Al abrir la estancia, los nuevos propietarios se toparon con el esqueleto humano, acompañado de una cuerda atada a una viga del techo.
14 AÑOS DESAPARECIDO
La vivienda había pertenecido a un hombre nacido en 1927. Al no encontrar indicios sobre su paradero las autoridades decidieron cerrar la investigación en 2016.
El fiscal local Olivier Glady confirmó la identificación el 4 de noviembre, afirmando que la escena sugería un suicidio.
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Las autoridades revelaron que la esposa del difunto siguió viviendo en la casa hasta 2020 cuando murió, aparentemente sin saber que los restos de su marido siempre estuvieron en ese lugar. Posteriormente, vendieron la casa en 2023 a los nuevos propietarios.
Luego de reabrir el caso, ahora los investigadores están tratando de confirmar la causa de la muerte, para finalmente poder cerrar el caso.