Yilber Díaz, el migrante venezolano que pasó de vender dulces en Perú a debutar en las Grandes Ligas

Angel David Quintero
Por Angel David Quintero 4 Min de Lectura
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Díaz

El venezolano Yilber Díaz hizo su debut en las Grandes Ligas luego de vivir una gran travesía que ha inspirado a muchos jóvenes.

En el Chase Field, Díaz lanzó 6.0 entradas, ponchó a cinco bateadores y permitió solo una carrera limpia, capturando la atención de fanáticos y expertos por igual. Aunque le faltó un out para llevarse la victoria, su debut ha causado revuelo entre la comunidad migrante venezolana.

Durante su memorable presentación, Díaz utilizó 83 lanzamientos (53 strikes) y se apoyó principalmente en su recta de cuatro costuras, que alcanzó las 98 millas por hora en el 58% de los lanzamientos. Complementó su repertorio con un slider (33%) y una curva de nudillos (10%). Su única mancha fue un jonrón solitario de Austin Riley en el primer inning, antes de retirar a 13 de sus siguientes 15 bateadores.

Díaz, un joven de 23 años, no solo brilló en el montículo, sino que también compartió una emotiva reflexión sobre su camino hacia el éxito. «Siempre dije que tenía que superarme. Tenía que ser alguien en la vida. Por eso trabajaba y le pedía todos los días a Dios para que me cumpliera uno de mis sueños, que era este», declaró antes de su apertura en un video publicado por su equipo.

UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN

El viaje de Yilber Díaz es una historia de perseverancia y determinación. Hace cinco años, vendía dulces y limpiaba parabrisas en Perú antes de regresar a Venezuela para perseguir su sueño de convertirse en lanzador, reseñó El Emergente.

Con su debut, Díaz se unió a un selecto grupo de venezolanos que ha lanzado al menos 6.0 entradas, ha ponchado a cinco o más bateadores y ha permitido una sola carrera o menos en su primera salida.

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Según Stathead, es el cuarto venezolano en lograr esta hazaña, pero el primero entre los diestros. Los otros tres son los zurdos Carlos Enrique Hernández, José Álvarez y Eduardo Rodríguez.

«Sigan trabajando, muchachos. No se rindan», alentó Díaz a todos aquellos que luchan por alcanzar sus sueños. «Es muy importante eso, y arrodillarse ante Dios cada día para estar acá, donde yo estoy hoy».

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