Adrián Simancas, el joven venezolano de 24 años que fue tragado por una ballena en Chile, ofreció detalles de lo que vivió durante esos instantes.
«Sentí como un golpe por detrás, entre algo que me levantaba y me succionaba al mismo tiempo. Era como la sensación cuando te golpea una ola, pero demasiado fuerte. Cuando volteo alcanzo a ver algo entre azul oscuro y blanco, me roza un poco la cara una textura babosa y se cierra alrededor de mí», relató al medio TVN.
«Esto fue en aproximadamente un segundo, muy rápido, yo no entendía que pasaba. Mientras estaba hundiéndome sin ver nada, pensé que había muerto, que ya no tenía nada que hacer. Luego fueron como dos segundos en ascensión con el chaleco tirándome hacia arriba», prosiguió.
Por suerte el incidente no pasó a mayores y pudo sobrevivir para contarlo.
«Cuando salgo del agua fue que sentí miedo de que volviese a atacarme. Veía como cosas moviéndose en el agua, le advertía a mi papá que cuidado, que algo lo podía tumbar y ahí es cuando él empieza a tranquilizarme, mientras yo le decía que le iba a pasar por debajo», añadió.
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«Finalmente, pudimos resolver la situación porque igual hemos estado haciendo cursos de maniobra de rescate. Él ya lleva más de siete años en esto y teníamos todas las medidas de precaución», concluyó.
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— Buenos Días a Todos (@BuenosDiasTVN) February 13, 2025
El impactante suceso tuvo lugar en la Bahía El Águila, cerca del Faro San Isidro, cuando Adrián, navegaba en un packraft, una embarcación inflable diseñada para explorar aguas australes, junto a su padre, Dell, un anestesista de 49 años residente en Chile.
El momento quedó registrado en un video captado por el propio Dell, en el que se observa cómo una ballena emerge de manera inesperada, engullendo por segundos al joven junto con su bote antes de devolverlo al mar.
De acuerdo con National Geographic, la anatomía de estas ballenas impide que puedan tragar a un ser humano, ya que su garganta es demasiado estrecha. No obstante, al abrir su boca para alimentarse de peces y otros organismos marinos, existe la posibilidad de que una persona sea accidentalmente succionada. En estos casos, el cetáceo suele expulsar a la víctima de vuelta al agua, ya que no es capaz de ingerirla.