Una familia venezolana conformada por 10 integrantes se ha hecho viral en las últimas horas, luego de que quedaran varados en Ciudad Juárez, tras una larga migración a pie producto de la cancelación promovida por Donald Trump de todas las citas de CBP One para personas que buscan asilo por violencia o persecución.
Desde entonces, Lucymar Polanco, de 32 años, y toda su familia viven en un refugio. Su cita estaba fijada para el 21 de enero. Ahora, están varados, sin dinero y llenos de incertidumbre, ya que no tienen idea de adónde ir ahora.
La numerosa familia está conformada por miembros de entre 5 y 40 años. A pesar de todos sus problemas, tratan de llevar de la mejor manera su estilo de vida en el interior del refugio.
“Tratamos de hacer bromas unos de otros, es una forma de distraernos de la noticia que recibimos el 20 de enero, fue muy triste”, comentó el primo de Lucymar, Estiven Castillo, de 18 años.
“El punto es apoyarnos unos a otros, así que uno hace un chiste, y nos reímos, y tratamos de crear un momento agradable, de lo contrario, si solo nos enfocamos en nuestra situación, todos nos deprimiríamos, así que nos reímos para no llorar”, añadió Lucymar a CNN.
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La familia inició su migración en Lara, y afirman que salieron del país por persecución política. “Éramos parte de un partido político de la oposición. Mi familia, mis padres, todos los que estaban allí y el gobierno lo sabía y recibíamos amenazas constantemente. Tenía previsto recibir una casa a través de un programa del gobierno, pero después de que se enteraron por quién voté en elecciones anteriores, me quitaron ese beneficio”, recordó Lucymar conteniendo las lágrimas.
Su hermano, Luis Alfonso, trabajaba como barbero en Venezuela, pero «las cosas estaban tan mal que a veces cortaba el pelo a cambio de comida».
El esposo de Lucymar, Jesús Caruci, de 40 años, trabajaba como mecánico, y Yelitza, quien está casada con Luis Alfonso, trabajaba en ventas. El resto de la familia viajera, todos adultos jóvenes o niños, estaban en la escuela antes de salir del país.
SECUESTRO
La familia llevó a cabo su migración por el Darién sin ningún problema hasta llegar a México. No obstante, en ese instante un cártel los secuestró. “Cuando entramos a Tapachula, nos estaban esperando”, recordó Luis Alfonso.
“Nos engañaron, nos obligaron a subir a un vehículo y dijeron que nos llevaban a un lugar seguro pero nos llevaron a una finca y nos tuvieron ahí seis días”, relató.
Posteriormente, el grupo criminal los liberó tras pagar 900 dólares, todo lo que llevaban. “Desde entonces hemos sobrevivido con algo de dinero que nos ha enviado nuestra familia o que hemos tenido que pedir prestado”, acotó Luis Alfonso.
CNN le preguntó a la familia si alguna vez consideraron ingresar ilegalmente a Estados Unidos y afirmaron que “no”.
“Nunca consideramos entrar ilegalmente, nunca quisimos escondernos de las autoridades, queríamos poder caminar libremente. Es muy triste haber hecho las cosas bien, de manera legal, solo para que Trump cerrara la aplicación, pero supongo que Dios no quiere que estemos allí”, añadió Beyker.
“Ha habido delitos cometidos por inmigrantes ilegales, entiendo las medidas, están pensadas para mantener seguro al país. Pero no somos criminales, me gustaría que (Trump) tuviera compasión, somos humanos como él”, dijo.
Mientras tanto, pasarán sus días en el refugio a la espera de alguna posibilidad. “Ni siquiera podemos salir, nos advirtieron que los migrantes son el objetivo en esta zona, así que nos quedamos en casa, especialmente después de que ya nos secuestraran”, dice Lucymar.