El gobierno del presidente de EEUU, Donald Trump, ha generado controversia en las últimas horas al considerar la posibilidad de utilizar la base militar de Guantánamo, en Cuba, para detener a migrantes indocumentados.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó en una entrevista con Fox News que la administración está evaluando esta opción. Todo como parte de sus esfuerzos para expulsar a personas que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
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Esta medida se enfocaría especialmente en aquellos migrantes provenientes de países que no aceptan deportaciones, como Venezuela y Cuba.
Trump aclaró que el plan, inicialmente, sería llevar a los migrantes indocumentados «peligrosos»; es decir, criminales de alto perfil.
«Tenemos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes criminales que amenazan a los estadounidenses, algunos son tan malos que no confiamos en que sus países los recibirán o los detendrán, así que los enviaremos a Guantánamo», dijo Trump.
La base de Guantánamo, ubicada en Cuba, ha sido históricamente utilizada para retener a sospechosos de terrorismo. Exactamente, desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Sin embargo, la idea de utilizar estas instalaciones para detener a migrantes indocumentados ha provocado preocupaciones sobre las condiciones en las que serían retenidos.
Informes internos del gobierno han revelado que los detenidos en Guantánamo enfrentan condiciones precarias. Esto, incluyendo denuncias de maltrato y falta de acceso adecuado a servicios legales.
Sin embargo, según Trump, esta opción permitiría mantener a Estados Unidos seguro al detener a los peores criminales extranjeros ilegales, los cuales representan una amenaza para los ciudadanos estadounidenses.
