El Gobierno de Brasil expresó el sábado su «gran preocupación» por las denuncias de violaciones de derechos humanos contra los opositores en Venezuela, al tiempo que apostó por el diálogo como solución al conflicto.
En un comunicado de la Cancillería de ese país, dicen reconocer «los gestos de distensión por parte del gobierno de Maduro, como la liberación de 1.500 detenidos en los últimos meses». No obstante, deploran «los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución de opositores políticos».
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En ese sentido, Brasil exhortó a las «fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar un entendimiento mutuo basado en el pleno respeto a los derechos humanos».
Se trata del primer pronunciamiento del Gobierno Luiz Inácio Lula da Silva desde que Nicolás Maduro juró el pasado viernes 10 de enero «como presidente». Ese mismo día, había sostenido un encuentro telefónico con su homólogo francés, Emmanuel Macron, donde instaron al diálogo en Venezuela.
Los mandatarios sostuvieron que se deben restablecer las conversaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición. Así pues, esperan que sea posible «la vuelta de la democracia y de la estabilidad» en el país.
EL ATAQUE A MACHADO
Macron y Lula condenaron «con la mayor firmeza el intento de arresto de la líder opositora María Corina Machado durante una manifestación pacífica». En tal sentido, insistieron en que se respeten los derechos políticos de la oposición.
Ambos coincidieron en que «ninguna intimidación o medidas represivas sean puestas en marcha contra los miembros de la oposición». «El derecho de los ciudadanos venezolanos a manifestar pacíficamente ha de ser respetado», agregaron, según una nota de la Presidencia de Francia, mientras Brasil no hizo mención sobre el caso venezolano en su comunicación.
Ese mismo viernes, Macron tuvo una llamada con los opositores María Corina Machado y Edmundo González. Particularmente, el mandatario galo manifestó su preocupación por el estado de salud y la seguridad de la líder opositora.
