En un extraño giro a los acontecimientos, la Fiscalía de Argentina calificó el caso del exintegrante de One Direction, Liam Payne, como «muerte dudosa».
Ya es bien sabido que en la habitación del músico había medicamentos, alcohol y sustancias estupefacientes. Sin embargo, los investigadores no están del todo claro que el artista se haya lanzado de manera premeditada.
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La principal hipótesis apunta a que en el momento de su muerte estaba solo. “Todo hace indicar que el músico se encontraba a solas cuando ocurrió la caída, y atravesando algún tipo de brote producto del abuso de sustancias”, indicó la Fiscalía a través de un comunicado.
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En este sentido, señaló que además de los estupefacientes, el compositor de 31 años también había estado tomando alcohol, lo que explica los destrozos en la habitación, incluido un televisor roto.
A pesar de esto, fuentes policiales tienen fuertes sospechas de que la muerte se trató de un accidente y que Liam Payne no quería acabar con su vida.
La Fiscalía presume que, por la posición en la que quedó el cuerpo y las lesiones de la caída, Payne “no adoptó una postura refleja para protegerse». Los expertos creen que el músico cayó en estado de semi o total inconsciencia, por lo que probablemente nunca tuvo noción de lo que pasó.
A pesar de esto, las autoridades continúan las investigaciones, y no hay ningún indicio de la participación de otras personas en el hecho.
Payne cayó desde el balcón de su habitación en el piso tres del Hotel Casa Sur y falleció en el lugar producto de la gravedad de sus heridas.
El informe preliminar de la autopsia concluyó que la causa de muerte fue “politraumatismo, hemorragia interna y externa”. Los forenses no han observado “lesiones que permitan suponer la intervención de terceras personas”.
